Las
facultades psíquicas, en esencia, son una prolongación de los cinco sentidos
corporales aplicados en los niveles astral y mental. Por tanto, tenemos que,
por orden de evolución, cuando nace una persona el primer sentido que desarrolla
es el oído, después sigue el tacto, luego la vista y, posteriormente, el gusto
y el olfato.
Cuando
aplicamos los cinco sentidos físicos al mundo espiritual y/o al mundo subjetivo
vemos que el oído se convierte en clariaudiencia, la vista en clarividencia, el
tacto en telepatía, el gusto en discriminación y el olfato en discernimiento.
El
sentido del tacto, tacto y contacto es lo mismo, tal y como decimos, tiene que
ver con la telepatía. No se puede ingresar en un Ashrama de la Jerarquía si no
se tienen desarrolladas en gran medida las facultades telepáticas, así como el
poder comunicarse mentalmente con sus compañeros de grupo y con el propio
Maestro. Esto ocurre cuando el individuo está, naturalmente, muy
avanzado.
La
clarividencia mental denota, también, un gran desarrollo del centro Ajna, del
centro de la mente (Ver entradas LA
EVOLUCION DE LOS SENTIDOS y EL
VALOR ESOTERICO DEL TACTO ). Todo cuanto existe en el nivel mental. Implica
una gran capacidad de percepción llevada por la voluntad, llevada por el
espíritu. Digamos, la función que lleva es exclusivamente consciente. No es
como el plano astral en donde las reacciones son subconscientes, por decirlo de
alguna manera.